En el sendero de la vida me encontré con la Sal. Un producto cristalino que en mi mano, cuando miraba muy de cerca su forma, creaba tornasoles de luz y proponía instalarse como sabor en mis platos. Busqué durante un tiempo sales del mundo. Las guardaba en frasquitos en mi casa y las cuidaba como trofeos. En las mañanas, miraba esos cristales que algo me proponían. No sabía muy bien qué, pero allí estaban. Descubrí que la Sal y yo teníamos algo en común: cuando viertes esos cristales en un plato, interviene tan drásticamente en su sabor que es imposible revertirlo. Aprendí a usarla con cuidado. Había algo más en ella que me atraía: descubrí una parte de mi. Soy así, determinante y decidido, como la sal. Somos, la sal y yo, los que miramos sólo en un sentido, hacia delante, hacia lo que viene, sin retornos, con ganas, porque cuando la esparces a distancia para sazonar, ya no puedes volver.
Tal maravilla es la sal, que en Maras conocí una de las mejores del mundo. Esto me llevó a que Restaurant Maras haga honor a este producto con su nombre. Y me dio total sentido ennoblecer a Sal de Maras, porque la historia de la Sal me lleva a recordar que en épocas de la historia del hombre, fue muy cotizada y hoy vuelve a tomar su valor. Confirmo que la Sal de Maras lleva historia, una gran historia. Yo la llevo a todos lados, la presento en rincones y en idiomas diversos para que condimenten sabores del mundo. Es aplaudida. Es cotizada.
En todos los lugares, y en privado, cuento la misma historia. La Sal, toda su nobleza y su metáfora, me representa. Vamos sólo en un sentido, dejando huella, no pasando inadvertido, siendo cuidadoso para no destruir sabores, sino proponer sentidos que den gusto.
Rafael Piqueras Bertie
1 comentario:
Desde ya, para los que estamos difundiendo las propiedades y el sentido de la sal rosada de Maras, es un honor que tu la lleves a todo el mundo. Gracias por tus palabras
Mariano Campa Alonso
Proyectos Gastronomicos-Tierra del Monte-Maras Pink Salt-
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